La geografía de Eslovaquia es una invitación para los amantes del deporte que se preguntan que hacer durante sus vacaciones. El paraíso de la naturaleza eslovaca es un escenario donde como actores principales participamos en descensos vertiginosos en bicicleta a través de los 10 mil km de rutas de mountain bike, rafting en ríos bravos, parapente sobrevolando los cielos, canyoning entre barrancos, trekking con rutas que no se abarcan en un solo viaje, escalada, alpinismo, multiaventura para los que buscan subir la adrenalina, y por supuesto esquí, uno de los deportes más famosos en Eslovaquia.
Qué ver y qué hacer en Eslovaquia.
También hay por supuesto propuestas culturales más tranquilas como museos, degustación de productos, cata de vinos, visita a la extensa red de cuevas eslovacas, cruceros por el Danubio o eventos folclóricos donde las tradiciones ancestrales son el plato fuerte.
El patrimonio Unesco lo forman un conjunto de lugares increíbles como la «ciudad de plata» Banska Stiavnica, las iglesias de madera del nordeste de Eslovaquia, la reserva foclórica de Vikolinec o cientos de castillos como Spis, sin olvidarnos de las cuevas del Karst, maravillas natural con espectaculares formaciones.
La capital Bratislava es el lugar ideal para llevar a cabo tours guiados por la ciudad, ya sea con el autobús turístico o con rutas a pie descubriendo los monumentos más importantes. Tampoco debemos perdernos el castillo de Devin a las afueras de la ciudad, junto al río Danubio.
Si nos gusta la historia y concretamente la referente al comunismo en Checoslovaquia, hay un tour que recorre en un histórico Skoda, los espacios vinculados a la época de control soviético.
En invierno se puede disfrutar de las montañas de Eslovaquia para llevar a cabo actividades de invierno como esquí en sus interesantes estaciones o practicar raquetas de nieve en Žilina, con travesías por un paisaje de montañas blancas o por el cañón de Janosik. Una actividad muy sugerente para hacer también durante los meses de invierno son las caminatas en raquestas y retiros de yoga en la montaña.
Y por supuesto Eslovaquia es conocido por su turismo termal, con una red de spas y balnearios de gran calidad y propiedades terapéuticas contrastadas y al mismo tiempo con unos precios asequibles.
En Modra, no lejos de Bratislava se cultivan algunos de los mejores vinos eslovacos y hasta aquí se acude para degustar su variedad en catas de vino.
La cercanía de Bratislava con Viena invita a hacer una escapada a Austria para conocer su fastuosa capital, muy bien conectada con Eslovaquia, ya sea a través de carretera o con cruceros que conectan las dos ciudades.
